Alimentos para tus genes

No hace mucho, la genética humana era un misterio completo. En 1990 los científicos se embarcaron en una misión aparentemente imposible de secuenciarlo. Les llevó alrededor de 13 años. Hoy en día, cualquiera puede hacerse un test genético y obtener la información relevante para su salud en cuestión de semanas.  Gracias a este descubrimiento, hemos podido encontrar cura para diferentes enfermedades, prevenir muchas otras mejorando nuestra salud y esperanza de vida.

La conclusión más importante a la que hemos llegado es que nuestros genes no determinan nuestro destino. Es algo muy revelador, puesto que durante siglos hemos pensado lo contrario. Garcias al estudio de la Nutrigenómica, la ciencia que estudia la interacción de la alimentación con la expresión de nuestros genes, hemos aprendido que ciertos genes se expresan o no dependiendo de la información nutricional que reciben.   ¿Interesante verdad?

Comida ultraprocesada, azúcar, grasas trans, almidones y gluten causan inflamación, estrés oxidativo, dañan nuestras células, el ADN y con el tiempo expresan genes que pueden llevarnos a desarrollar enfermedades. Sin embargo, hay alimentos que actúan de manera totalmente contraria, y aunque genéticamente tengamos predisposiciones a desarrollar algunos desequilibrios, los alimentos correctos son capaces de silenciar la expresión de esos genes.

Hay alimentos que son medicina para tus genes:

Verduras de hojas verdes y colores vivos: espinacas, kale, pimientos, cebollas, ajos, rábanos, pepinos, crucíferas entre otras de agricultura orgánica.

Pescados grasos: preferiblemente salvajes como salmón, sardinas, anchoas, caballa.

Frutas: preferiblemente con índice glucemico bajo como frutas del bosque, manzanas verdes, kiwis, granadas.

Frutos secos y semillas: nueces, almendras, nueces de brasil, anacardos, avellanas, pistachos, chia, lino, sesamo.

Proteína de calidad: proteína animal de caza, criada con pasto. Proteína vegetal mínimamente procesada y orgánica.

Grasas saludables: aceite de oliva extra virgen, aguacates, frutos secos y semillas, coco, chia, lino, grasas de animales criados con pasto y pescado azul salvaje

Al fin y al cabo se trata de alimentos que consumían nuestros ancestros, y éstos son los que nuestros genes conocen mejor.

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