¿Existe la alimentación antienvejecimiento? y si es así, ¿en que consiste?

Muchas personas me preguntan creyendo que se trata de una dieta de moda más o un invento para vender productos o batidos mágicos. Pero, ¡nada más lejos de la realidad! Aunque cierto es, que existen algunos «superalimentos» o alimentos con propiedades más beneficiosos que otros, pero en realidad se trata de comida real o alimentos densos nutricionalmente donde se tienen en cuenta varios factores. Te los explico a continuación a modo de resumen.

Para empezar, uno de los factores importantes a tener en cuenta es la procedencia de los alimentos. Al fin y al cabo nos nutrimos de lo que se alimentan las plantas y los animales que consumimos. Así que el orígen y la sostenibilidad con el medio ambiente es importante.

También lo son los métodos de cultivo y los sistemas de crianza de los animales, así como los sistemas de pesca y captura.
Los alimentos de origen vegetal han de ser de temporada y de proximidad por su mayor concentración en micronutrientes y fitonutrientes naturales.

Personalizada e Individualizada – Atendiendo a las necesidades de cada persona en particular. Basada en la información obtenida de los datos bioquímicos y tests complementarios. Teniendo en cuenta sus gustos, preferencias y costumbres.

Suficiente – En cuanto a la energía que aporte.

Completa – Que aporte todos los macro y micro nutrientes, vitaminas, minerales y oligoelementos.

Equilibrada y variada – Con una proporción adecuada entre nutrientes incluyendo alimentos de todos los grupos.

Limpia – Con la menor cantidad de sustancias tóxicas. Libres de fertilizantes, herbicidas, pesticidas químicos, sin aditivos, ni disruptores endocrinos. Alimentos no modificados genéticamente.

Eficiente – Con el menor gasto energético. Facilitando la digestión y los sistemas de eliminación de residuos metabólicos. Evitando la sobrecarga con sustancias no deseadas o con excesos alimentarios, así como los alimentos que dañan o irritan el intestino y favorecen a la hiperpermeabilidad intestinal. Algunos de esos alimentos son el trigo, la leche y la soja.

En definitiva, se trata de comida real, fresca, local, ecológica y de temporada. Priorizando aquellos que son más densos nutricionalmente y con mayor aporte de antioxidantes.

Si te interesa saber cómo la alimentación y los hábitos saludables pueden influir en tu salud y tu longevidad, apúntate a la newsletter para recibir contenido de valor y te invito a que me sigas en redes sociales para no perderte mis últimos artículos, recetas y mucho más.