El gran problema con la nutrición hoy en día es que hay demasiada información en internet.
Facebook, Instagram, Webs… Si en el buscador de Google tecleas la palabra “nutrición” te aparecerán más de 1,6 billones de artículos para leer. Y cada uno tiene una historia única para contarte y convencerte de cómo deberías alimentarte.
Además muchas de estas historias se contradicen completamente. Allí está el problema. ¡Las Creencias! – «Yo creo que la carne es mala», «Yo creo que los humanos estamos hechos para comer cereales», «Hay que comer 5 veces al día» Y un largo etc… No hay nada malo en querer tener creencias, eso nos trae confort o sentir que formamos parte de una comunidad que comparte valores, aspiraciones y deseos.
Pero eso se convierte en un problema cuando basamos nuestras propias decisiones en emociones o ciertas filosofías o ignoramos los hechos científicos, o quizás no tenemos ni idea de que existen. Porque al igual que la química y física, la nutrición es ciencia y eso sigue unos principios. Cuando entendemos esos principios es más fácil tomar decisiones más acertadas sobre qué comer, cuándo comer y cómo comer.
Por eso investigamos macro y micro nutrientes, intentamos entender la bioquímica de la digestión y metabolismo. Por eso estudiamos procesos como el gradiente osmótico o la estructura y la función de las células y moléculas.
¡La ciencia es todo menos simple!